Es demaciado raro el hecho que crees que tu vida está totalmente planeada, pero de pronto, te das cuenta que todo aquello que creías está incorrecto, ya que prefieres algo distinto a lo que planeaste con antisipación.
La música según los griegos, era la forma correcta de vaciar el ocio, según los italianos, un arte escepcional que supera cualquier otro. Los "atletas de la voz" - Como decía mi profesor - son personas que con su arte, le llegan hasta lo más profundo del alma a quienes los escuchan. Según yo, la voz y los sonidos estimulan tu corazón, y le hacen romper los escudos, no mostrando tus debilidades, sino tus sentimientos más profundos, que con otra cosa no los sacas ni siquiera con alcohol.
La música es un arte apasionante, sí...pero me di cuenta de algo. Tú camino es distinto. Quiero citar a Durkheim, filósofo francés. Él plantea la sociedad funcionalista. Dice, que cada individuo cumple una función específica en la sociedad. Ser músico - por mucho talento que tuviera - no era mi función. Mi función era educar. La formación - que también es un arte - es lo más gratificante que puedes realizar. Así es mis queridos lectores. Yo, me di cuenta que prefería mil veces, estar en un teatro, mirando como mís alumnos han llegado donde están gracias a mí, en vez que yo hipnotizando a la gente con mi tesitura, es así como descubrí mi vocación, mi arte, la formación.
Como dice mi escritora y filósofa amiga Alouette, debes ponerte en el peor de los casos. El mio fué el siguiente: Si fuera un cantante lírico que gane sueldo mínimo en un teatro de alguna ciudad perdida, ¿sería feliz?...depende....si tuviera alumnos sí...si solo fuera un cantante....no. Pero si fuera un profesor de escuela rural, con el mismo sueldo mínimo, ¿lo sería?...indiscutiblemente.
Sigue los extraños pero sabios consejor de este extrabagante joven de sólo 19 años, que seguramente no ha vivido demasiado para enseñar mucho, pero que indiscutiblemente no hay mejores consejos o mejor conocimiento, que el adquirido empiricamente. Y recuerda: dale un pescado a un hombre, y tendrá para comer un día, pero enseñale a pescar, y tendrá para comer toda la vida.