martes, 21 de septiembre de 2010

Lascia ch'io pianga, mia cruda sorte...

Déjame llorar,
duro destino,
que a lo único que aspiro,
es la libertad.

Libertad... hermosa palabra que miles y miles de personas han llevado como bandera, y en chile han adorado desde sus inicios. Desde tantas personas lo he escuchado, alguas que admiro como los hermanos carrera, Manuel rodriguez y Salvador Allende, y hasta algunos a los preferiría jamas hubieran aparecido en mi historia como Augusto Pinochet, pero al fin y al cabo: Libertad, Lyberty, Libertá.
Quiero volar del nido, y valerme por mi mismo, pero no falta el "pero" que aterriza, el broche de oro, que mejor dicho es de bronce...el dinero.
¿De que te sirven las alas si no puedes volar?
¿Porqué no nací pobre, y siempre tuve un miedo inconcebible a la pobreza?
¿Poqué simplemente no me atrevo a avanzar solo y valerme por mi mismo, llenar de gozo mis caprichos aunque tenga que trabajar para ello?
Cobardía.... sólo los dejo como sueños...

1 comentario:

  1. Citaré a Sam Gamyi: (El Señor de los anillos)

    -Lo sé, ha sido un error, no deberíamos ni haber llegado hasta aquí, pero estamos aquí, igual que en las grandes historias, señor Frodo, las que realmente importan, llenas de oscuridad y de constantes peligros, esas de las que no quieres saber el final, porque.. ¿Cómo van a acabar bien? ¿Cómo volverá el mundo a ser lo que era después de tanta maldad como ha sufrido? Pero al final, todo es pasajero como esta sombra. Incluso la oscuridad se acaba para dar paso a un nuevo día. Y cuando el sol brilla, brilla más radiante aún, esas son las historias que llegan al corazón, porque tienen mucho sentido aún cuando eres demasiado pequeño para entenderlas. Pero creo, señor Frodo, que ya lo entiendo. Ahora lo entiendo. Los protagonistas de esas historias se rendirían si quisieran pero no lo hacen. Siguen adelante. Porque todos luchan por algo.

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