Es extraño no seguir lo que predicas.
Cuando eres cantante, sueles decir con el corazón lo que pronuncias.
Pero es muy difícil, hacer verdaderamente lo que estas diciendo.
El sufrimiento está, tácito.
Es pequeño, si
pero te aseguro que sacarlo fue difícil.
No he esperado tres años
para luego simplemente aferrarme a mi almohada
y dejar que las lágrimas caigan lentamente.
domingo, 6 de noviembre de 2011
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