miércoles, 9 de noviembre de 2011

Aveces sueño. Espero sólo que no se haga habitual.
Hoy soñé...que como siempre nos poníamos a conversar, pero cuando nos quedábamos solos, me robabas un beso. Era el beso más cálido, más tierno, que podría haber recibido.
Fue como en sueños te abracé y sentí todo calor de tu cuello en mi antebrazo, y el perfume de tu pelo rozando mis narices.
¿Estoy enfermo dices? Quizá....pero de la cabeza, y quizá es culpa tuya.

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