Me aterra. Me aterra si quiera pensar en que eso podría pasar. ¿Por qué? No lo sé. Puede ser por el hecho de que el tiempo y el destino están confabulando en mi contra. El gran Cronos quiere que caiga en su hechizo, o seguramente es Eros.
¿Por qué, Eros, me lanzas este destino, tan impenetrable por aquella pequeña alma aventurera? ¿No debería ser un juego parejo, y poder los dos luchar con las mismas armas? ¿O es acaso una prueba de Hades, y demostrar que puedo ocuparlas sin necesidad de un buen argumento? ¿O es simplemente Eros quien quiera jugar, y dejar que las cosas pasen?
No lo sé, nada sé, sólo sé que podría caer en el abismo de las cartas y perderme por siempre en las impenetrables sombras del inframundo.